La vida de los demas es parte de tu vida. Pero más que pinceladas son matices, sombras debajo de este objeto y aquel, que dan personalidad, realismo,... como tu lo quieras llamar.
Si tu vida es azul, y la de los demas es negra, como no va eso a ensombrecer tu brillante y puro azul...? no lo puedes evitar, después de saber, de conocer... es menos lustroso, menos brillante.
Por qué? porque tu eres feliz y los demás no lo son tanto.
Cuantas más personas conviven juntas, más dificil es convivir. Pero uno no puede vivir solo, por eso hay gente en nuestras vidas. los intereses, los sueños, los gustos de unos y otros no coinciden, chocan, y eso siempre lleva a discusiones, a enfados....acaba llevando a la infelicidad.
Mi felicidad no es completa si la gente a la que quiero es infeliz.
Ese es el primer matiz en mi cuadro azul, el matiz gris. Gris, que era un blanco que mancharon de negro.
Lo de la convivencia me lleva a la familia. Que extraña es la familia, pensadlo un momento. somos un grupo de personas a las que unen unos cuantos genes, pero de personalidades distintas, y de rasgos independientes. Los más cercanos compartimos un techo, el resto, simplemente es gente que llama de vez en cuando, y a los que ves en vacaciones. Un día fueron gente que compartieron techo con tus padre y tu madre.
Compartir techo une, aunque no lo parezca.
El caso es que es dificil, porque algo te dice que debes quererlos a todos. Algo te empuja a intentar todos los días hacer más facil la convivencia.
Algo, que te empuja a intentar llevarte bien con un hermano al que no aguantas más de diez minutos diarios, pero al que ves durante mas de doce horas diarias.
A seguir intentando reparar errores de hace diez años, que hicieron que las cosas fueran como son; porque fuiste una mala hermana.
Algo que te empuja a querer a tu padre, aunque a veces te saque de quicio.
Algo que, cuando ocurren cosas como estas, te da pinceladas ocre al alma.
Yo solo digo que veo y escucho. Creen que nos mantienen al margen.
Yo me entero de todo. Sino de todo, de lo más importante.
Aun así... hoy me sentí azul, mañana me sentiré azul. Es lo que quiero.
Después de todo, amigos y familiares, muchas veces no quieren dejarse ayudar, asi que me conviene saber vendarme los ojos, aunque sea, unas poquitas horas al día.
